Sí, el origen no sé qué es, es lo que nos origina. Pero volver a ese lugar donde todavía la vida es creatividad,¿no?. El lugar donde somos nacientes, no que nacimos en un tiempo míticamente puesto en un línea recta que está atrás mío, yo me doy vuelta y atrás mío, está lo que ya me morí, no donde vengo. Es ese momento en el que la realidad todavía tiembla por frágil y por naciente

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El asombro de estar, pensar que hace determinados años yo no era y de repente algo, un espacio nuevo se abrió en el mundo y yo aparecí, yo creo que la gran obsesión es ese momento inaugural, ahí donde yo no estuve, fui llamado a ser sin haber sido el escucha que escuchó ese llamado, fui llamado a escuchar.

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A mí me encanta la frase de Heidegger que dice: "el dolor es el don de la hondura".Creo que no hay vida ni crecimiento sin dolor, como no la hay sin felicidad. Y así como la felicidad y el amor expanden, el dolor ahonda.

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(...) pero en realidad el punto está en lo fontal, en qué está aconteciendo acá, que va para esos dos misterios, pero no está ahí la solución; está en elhecho de que yo sigo latiendo, qué pasa cada vez que se inicia, qué posibilidad de novedad tiene cada inicio de latido y por qué hay un silencio antes del anterior.

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Yo tengo clarísima la relación entre el dolor y hondura, asi como la tengo entre el amor y expansión- Cuanto más hondo, más se expande desde lo hondo y más de nosotros sale. El ir hacia el otro, no es para mí un rulo que va y vuelve. La idea es romper el regreso.

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Dios es una pregunta, no una respuesta. Es la última estaca que impide que la vida se cierre. Es como un imposible que se ausenta para que todo lo posible aparezca.