¿Puedo agregar algo más? A mí, como destino, lo que me hubiera gustado, de no ser poeta, habría sido ser santa, écuyère o bombero en día de gala. Pero creo que esas tres cosas obedecen a un sentimiento bastante frívolo, que es el brillo de los tres destinos y el hecho de estar suspendidos en el aire
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Pero ¿por qué me habían repetido hasta el cansancio, unas veces como promesa, otras como amenaza: "Cuando seas grande"? No. Ya no sería grande. No podría ser santa, ni buzo, ni ecuyère. Adiós, grandes destinos luminosos y heroicos. Adiós, resplandor de los vitrales iluminando mi martirio y mira cara de santa levantada hacia el cielo. Adiós, fosforescencias submarinas, madréporas y barcos sumergidos donde siempre hay terribles secretos por descubrir. Adiós, luces aéreas de los reflectores, vestido vaporoso que gira y gira y gira, y caballo blanco en el que me apoyaría solo con un pie al dar la última vuelta en la pista de mi triunfo
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