Días

Las gallinas asustadas abren el pico
y se paran de aquel modo inmóvil
-iba a decir inmoral-
los buches y las crestas enrojecidas,
sólo las arterias palpitando en el pescuezo.
Una mujer espantada con el sexo:
pero gustándole mucho
.

No hay comentarios:

Publicar un comentario